El 14 de febrero de 1990, tras 10 años de la propuesta que el astrónomo Carl Sagan hiciera a la NASA, esta accede a apuntar las cámaras del Voyager 1 hacia la Tierra, obteniendo la primera fotografía de nuestro “minúsculo mundo” desde una distancia de 6.050 millones de kilómetros. La insistencia de Sagan se basaba en la idea de que cuando la nave saliese del Sistema Solar como estaba previsto, se perdería una única oportunidad de contemplar nuestro mundo desde tan lejos.
Aunque él era consciente de que no tendría demasiado valor científico, si estaba convencido de que una imagen así sería perfecta para ilustrar la insignificante posición del hombre en la “inmensa oscuridad cósmica”.
Pero se equivocó, en parte. Otros secundarían su idea 23 años después.
El 19 de Julio de 2013, la sonda Cassini de la NASA, cuando orbitaba Saturno, volvió a fotografiar “ese pálido punto azul” desde 1.447 millones de kilómetros.
Una cosa es cierta. El record de distancia lo sigue manteniendo el Voyager 1 y la iniciativa de Sagan.