Un reciente mensaje, enviado a través de nuestra página en Facebook, nos ha hecho reflexionar sobre el nombre dado a esta aventura que es Quaestio Omnia. O más concretamente, a la traducción de estos dos términos que, posiblemente debido a la composición de nuestros banners, puede dar lugar a confusión. A continuación intentaremos explicar qué significa Quaestio Omnia.
Debemos dejar claro, en primera instancia, que nuestros conocimientos en latín clásico son, en todo caso, limitados. En segundo lugar, esta aventura en la que nos embarcamos a comienzos de este año ha ido madurando en cuanto a su fundamento se refiere y por consiguiente al mensaje que queremos transmitir.
¿Qué significa Quaestio Omnia?
Empecemos por el principio.
El nuestro es un nombre compuesto, no una frase. Son dos vocablos que, juntos, adquieren un significado para nosotros:
“Quaestio” significa literalmente “La Pregunta”. En efecto, no en su forma verbal. “Omnia”, significa “Todos”, en su sentido más global.
Hemos escogido estas palabras, si se nos permite, a modo de código, de mensaje cuasi-encriptado, en un intento de representar aquello que, uno de los padres del escepticismo promulgaban: “Solo sé que no se nada”.
Nuestra filosofía parte de la idea de que el primer cuestionado debe ser uno mismo. “Quaestio” implica a la pregunta que todos, “Omnia”, deberíamos hacernos en algún momento ¿Cuánto se y cuanto creo saber? Un ejercicio duro donde los haya, donde uno ha de poner en duda todas sus creencias, ya sean personales, religiosas, filosóficas e incluso científicas.
¿Sobre cuántos supuestos preestablecidos y convencionalismos consensuados hemos fundamentado nuestra idiosincrasia personal?
Quaestio Omnia es Misterio
Una vez que nos atrevemos a hacer este juicio de valores, de manera inherente, suele nacer una necesidad de búsqueda ¿Dónde están las respuestas a mis preguntas? ¿Están en los demás? ¿O acaso, lo sepan o no, ellos se encuentran en la misma tesitura que yo? Si somos lo suficientemente honestos, el siguiente paso es inevitable: Cuestionarlo Todo.
Solitaria es esta senda, en la que, por una necesidad de conocimiento, nos acercamos a todo “Maestro”, sin ponernos la limitante etiqueta de “Adepto”. En la que nos atreveremos a creer en muchas cosas, sabiendo que pueden estar completamente equivocadas, y seguir, allá donde te lleven, las pruebas que lo demuestren. En la que los creyentes nos llamarán escéptico, y los autoproclamados escépticos nos llamarán creyente.
Quaestio, la pregunta, simbolizada con este signo, ?, debería ser el verdadero estandarte del misterio. Y no la X como popularizó aquella famosa serie televisiva.
Quaestio Omnia, pues.
Y, en consecuencia, Cuestionarlo Todo.